Lady Constantine se aburre en su finca del suroeste de Inglaterra por la ausencia de su marido, hasta que un día, en una torre de la heredad, conoce a Swithin St Cleeve, diez años más joven que ella, de posición social inferior, muy atractivo y estudiante de astronomía. Esa torre se convertirá en el centro de su romance secreto, pero enseguida el mundo exterior empezará a interponerse entre ellos. "Dos en una torre" es una arrebatadora novela de Thomas Hardy en la que las constantes de su obra (la estrechez moral de la sociedad, la desigualdad entre los sexos, la rebeldía femenina y su derecho a elegir) vuelven a estar presentes y la inmensidad del universo que Swithin recorre con su telescopio contrasta con la pequeñez y mezquindad de la vida en la tierra.
OPINIÓN:
Lady Constantine lleva una vida anodina y solitaria. Su marido se marchó hace años a África, con la intención de volver pronto, y éste le hizo prometer que llevaría una vida de recato hasta que él regresara, sin embargo de eso hace mucho tiempo y ella parece estar condenada a un futuro desolador reservando su vida a un hombre que podría estar muerto.
Una tarde fría de invierno dando un paseo, descubre que en la torre propiedad de su esposo, y que se encuentra cerca de su casa, hay un apuesto joven que se dedica a observar las estrellas. La pequeña charla en la que ella le regaña por estar usando una torre sin el permiso del propietario, acaba por convertirse en la admiración por los estudios de él.
Lady Constantine termina por acudir de forma regular a observar las estrellas con el joven, maravillada por el entusiasmo con el que él habla de lo que ve en el universo, y quizás también por sus perfectos rasgos de Adonis. Estos encuentros secretos de los que solo parecen ser testigos las estrellas, se convertirán en el único aliciente de vida de la mujer. Y poco a poco comenzarán a aflorar unos sentimientos que en él tardarán algo más en surgir, pues la grandiosidad del universo que le rodea no le deja ver las pasiones humanas que provoca en ella."
"Ahí yacía Swithin, como un Antinoo, ni amoroso ni galante, sino un cándido filósofo. Sus labios abiertos no hablaban de amor, sino de millones de kilómetros; sus ojos no miraban habitualmente en las profundidades de otros ojos, sino en las de otros mundos. Dentro de sus sienes no moraban pensamientos de mujeres bellas, sino de cuestiones estelares y de la configuración de las constelaciones."
"Ahí yacía Swithin, como un Antinoo, ni amoroso ni galante, sino un cándido filósofo. Sus labios abiertos no hablaban de amor, sino de millones de kilómetros; sus ojos no miraban habitualmente en las profundidades de otros ojos, sino en las de otros mundos. Dentro de sus sienes no moraban pensamientos de mujeres bellas, sino de cuestiones estelares y de la configuración de las constelaciones."
El problema surge cuando ambos deben dejar de verse tras las habladurías que corren por el condado, ella es aún una mujer casada y además le separan casi diez años del joven Swithin. Si la gente se enterara la condenarían por una actitud indecorosa y él parecería un joven incauto que ha caído en las redes de una mujer con dinero. A esto se suma el hecho de que Lady Constantine no puede quitarse de la cabeza el hecho de que si se uniera a él, podría destrozar la prometedora carrera como astrónomo que pudiera tener en un futuro.
No he leído antes a Hardy, pero sé que es un autor que tiende al pesimismo. Así que esta historia no sería suya si no tuviera esa esencia que le caracteriza y que hará sufrir a nuestros protagonistas. Como si ellos no tuvieran suficiente con todos esos sentimientos contradictorios que les hacen verse y separarse de forma constante, tendrán que sufrir las complicaciones que les generan terceras personas. Especialmente hombres que no dudan en querer dirigir el devenir de la mujer, aunque ella tratará de escapar de esas imposiciones y dejarse llevar por lo que siente por el joven Swithin.
A esta historia de amor, que comenzó bajo la magnificencia de un cielo en el que aún quedaba mucho por explorar y donde Hardy demuestra sus conocimientos de astronomía, se le unirá mucha crítica social sobre los convencionalismos de la época. Un momento en el que la mujer estaba relegada de toda decisión que incumbiera a sus sentimientos, siempre pendiente de lo que decidieran otros por ella. Aunque en este caso Hardy contraataca con una protagonista a la que el auténtico amor impulsa a hacer lo que siente, sin pensar en exceso en sus consecuencias.
"Dos en una torre" me ha parecido una delicia de historia en todo su conjunto. Destacaría esos protagonistas movidos por sus pasiones más románticas, pero también todo lo que pelean por poder llevarlas a cabo. ´También el cómo influyen las convenciones sociales de la época en el devenir de sus destinos, ese miedo con el que actúan y la culpa que les asola cuando no hacen lo que sienten. Y alrededor de todo esto una gran ambientación estelar que le aporta el toque mágico y especial a una historia con la que sufriremos a lo largo de las páginas y que nos sorprenderá en más de una ocasión.