Macarena ha conseguido poner su vida y su trabajo en orden.
Macarena cree que Candela es la ayudante que necesita.
Macarena empieza de nuevo.
Leo sigue presente... como amigo.
Y mientras Macarena vuela...
Jimena se obsesiona con el pasado de Samuel,
Adriana no puede seguir luchando contra ella misma.
Porque las canciones que fuimos se convierten en pasado.
Porque los recuerdos que seremos son el futuro.
OPINIÓN:
Si no has leído "Fuimos canciones" no sigas leyendo, esta reseña puede contener spoilers del anterior libro.
"Seremos recuerdos" comienza justo donde acabó el anterior libro, tras ver el daño que pueden hacerse, Maca y Leo deciden que lo mejor es continuar con sus vidas. Separados, pero tratando de buscar una estabilidad en la amistad. No pueden permitirse volver a los reproches, a hacerse daño para sacar la rabia de lo que tienen dentro. No es sano, deben tranquilizarse y no estropear los recuerdos de lo que fueron. Deben crear nuevos recuerdos, por ellos, por lo que vivieron, aunque eso implique estar separados. Además Leo tiene a Raquel.
Puestas las cosas en orden con Leo, Maca también decide hacerse valer en su trabajo. No puede consentir el trato que le da Pipa, debe de valorar lo que hace por ella. Así es como llega uno de los primeros cambios: Pipa le contratará una ayudante. Tras varias entrevistas Maca elige a Candela, una chica natural que la conquista desde el primer momento. Sabe que serán buenas compañeras, aunque quizás las cosas no surjan como pensaba en un primer momento.
Al contrario de Maca, que parece haber encontrado la estabilidad y la calma en su vida, Jimena y Adriana siguen en un mar de dudas. Jimena sigue igual de espontánea que siempre, igual de bruta, pero en esta segunda parte vemos una Jimena con muchas dudas y miedos. No está segura de cómo continuar su relación con Samuel, nadie está preparado para escuchar que tu pareja estaba enamorada de otra persona que no es lo que tú esperabas. Ella lo tiene claro, le quiere. Pero no sabe si será lo que él necesita.
Por otro lado, Adriana es cada vez más consciente de lo que quiere y de lo que no, de a quién quiere y a quién no. Sin embargo, es muy complicado romper con toda una vida que creías real y volver a empezar de un modo totalmente distinto. ¿Dará el paso hacia su felicidad?
En esta segunda parte la intensidad la ponen las historias de Jimena y Adriana, también las partes más duras estarán relacionadas con ellas. Maca sin embargo parece liberada y feliz. Ha aprendido de sus errores y no piensa volver a caer en lo mismo; sabe que es la única forma de de avanzar y también de que Leo rehaga su vida con su amiga Raquel.
Volveremos a tener a Leo como narrador de sentimientos, verá como Maca parece haber pasado página. Por eso él se esfuerza con Raquel, sabe que pueden crear algo bonito y ser felices. Aunque el pasado siempre vuelve en forma de recuerdo, de canciones, de olores, de lugares...todo vuelve a ella.
"Voy a aclarar que yo creía en ella...,en Macarena, y en esa nueva relación que estábamos asentando con esfuerzo; sobre lo que me pasaba, solamente me permitía pensar que era duelo, nostalgia, el "por fin los estás haciendo bien". Estaba aterrorizado con la idea de olvidarla, pero lo intentaba."
Me he vuelto a reir con las tres amigas, he sentido que de nuevo la amistad brillaba en toda la historia. Y me he dejado llevar con Maca y con Leo, igual que lo hacen ellos y sus sentimientos. Sin sobresaltos, fluyendo hacia un final que me tenía muy perdida y con el que sufrí hasta el último momento.
"Seremos recuerdos",como ya acostumbra su autora, es una segunda parte mucho más calmada, más centrada en los sentimientos y las reflexiones. No peca en exceso de nada, algo que agradezco porque cuando la leo busco eso mismo. Que me emocione sin venderme historias poco realistas. Ella es realismo puro. Me siento identificada con todo lo que me transmite.
"Voy a aclarar que yo creía en ella...,en Macarena, y en esa nueva relación que estábamos asentando con esfuerzo; sobre lo que me pasaba, solamente me permitía pensar que era duelo, nostalgia, el "por fin los estás haciendo bien". Estaba aterrorizado con la idea de olvidarla, pero lo intentaba."
Me he vuelto a reir con las tres amigas, he sentido que de nuevo la amistad brillaba en toda la historia. Y me he dejado llevar con Maca y con Leo, igual que lo hacen ellos y sus sentimientos. Sin sobresaltos, fluyendo hacia un final que me tenía muy perdida y con el que sufrí hasta el último momento.
"Seremos recuerdos",como ya acostumbra su autora, es una segunda parte mucho más calmada, más centrada en los sentimientos y las reflexiones. No peca en exceso de nada, algo que agradezco porque cuando la leo busco eso mismo. Que me emocione sin venderme historias poco realistas. Ella es realismo puro. Me siento identificada con todo lo que me transmite.
Creo que Elísabet en cada trabajo demuestra que va un paso más allá, cada vez su estilo se acerca más a lo intimista. No es una escritora más de romántica, es una maestra de las emociones. Se nota que crea a sus personajes con mimo, pues son coherentes y consiguen emocionarme como otras historias no lo consiguen.
En esta nueva historia vuelve a destacar la amistad como centro de apoyo, de vida, pero también el temor que se tiene a expresar ante esos amigos los verdaderos sentimientos. Se habla de la lucha por lo que queremos, del pensar en nuestros sueños sin frenarnos por lo que hay detrás. Elísabet también se atreve con la temática homosexual, rompiendo estereotipos y prejuicios, incluso toca temas dolorosos relacionados con esta. Y nos vuelve a regalar una historia de amor preciosa, que me ha calado especialmente, pues mi pareja también fue mi ex en su momento y también hubo un abrazo que me abrió los ojos mostrándome que mi "casa" era él. Elísabet es una apuesta segura para los amantes del género.
"Un abrazo es, sin duda, un homenaje a la confianza, una ofrenda casi sagrada. Regalamos el aire que nos queda en los pulmones y que calienta la tela sobre la que lo vertemos. Concedes el roce completo de un cuerpo que, desde que naces, es solo tuyo. Te das a oler, a tocar, te dejas al alcance de unas manos que no te pertenecen y que no puedes controlar. Es un voto. Es una dádiva. Es...
- Dios...-Suspiré.
-Ya estás en casa.
Y "casa", en ese momento, era él."
"Un abrazo es, sin duda, un homenaje a la confianza, una ofrenda casi sagrada. Regalamos el aire que nos queda en los pulmones y que calienta la tela sobre la que lo vertemos. Concedes el roce completo de un cuerpo que, desde que naces, es solo tuyo. Te das a oler, a tocar, te dejas al alcance de unas manos que no te pertenecen y que no puedes controlar. Es un voto. Es una dádiva. Es...
- Dios...-Suspiré.
-Ya estás en casa.
Y "casa", en ese momento, era él."