Bajo la piel de un lector: octubre 2017

Daniela tenía la vida que creía desear: un trabajo que pagaba las facturas, una relación modélica y una amiga íntima. Una estabilidad que la hacía feliz. Sin embargo, en ocasiones y cuando menos lo esperamos, la vida da giros inesperados y la suya dio uno que nunca se hubiera imaginado.

¿Qué pasa cuando todo en lo que crees se desvanece? ¿Qué ocurre cuando de repente no sabes adónde dirigir tus pasos? ¿Qué puedes hacer cuando estás tan perdida que lo único que quieres es agarrarte a lo que sea para mantenerte a flote?

Un accidente de coche, un chico de ceño fruncido y patillas, y una larga lista de casualidades llevaron a Daniela de la mano hacia una nueva vida, pero… ¿estaba ella preparada para ese viaje o quizá primero necesitaba reconciliarse consigo misma?

Una novela divertida, intensa, tierna y a veces dura, sobre la decepción, la venganza, la traición, las inseguridades y los miedos, pero también sobre la amistad, sobre el amor, sobre las segundas oportunidades y, por encima de todo, sobre la superación y el crecimiento personal.

¿A qué esperas para adentrarte en el mundo de Daniela?

Hacía mucho que no reseñaba en el blog nada del género romántico, pero el encontrarme tan perdida con la lectura y las altas expectativas que tenía puestas en esta bilogía de Neïra sabía que me ayudarían en mi bajón lector.

OPINIÓN:

Daniela, cuando se levanta esa mañana, no es consciente de que todo su mundo y su estabilidad se va desmoronar en lo que parecía una mañana cualquiera. Un accidente en un día de lluvia, un despido directo en el trabajo y el llegar unas horas antes a casa acaban con: un coche siniestro, una persona más en el paro, la pérdida de su mejor amiga y la pareja con la que llevaba ocho años. Además de una sensación de vacío y fracaso por ver cómo se desmorona su vida, sin ni siquiera haberlo visto venir.

Daniela se sentirá impotente y perdida al ver cómo desaparece todo lo que daba estabilidad y sentido a su vida, pero se refugiará en los suyos: en el pecoso de su hermano gemelo, la locura de su amiga Marina, las opiniones contrarias de sus padres y una abuela hippie que no puede dar consejos más acertados y divertidos. Lo que ella no se esperaba es que la "peineta" que le hizo al chico que se chocó contra su coche acabe por significar algo más que una muestra de desprecio. Porque Luca entrará en su vida de pura casualidad, por una mala mañana que acabó con un accidente y porque el destino, que es caprichoso, hace que él sea un habitual del bar del pecoso de su hermano. Sin ni siquiera darse cuenta sus destinos se enlazarán y crearán una historia arrolladora.

Luca aportará a Daniela la serenidad y el cariño que necesita en los momentos en los que es consciente de todo lo que ha perdido, o en los que tenga que reencontrarse con esas personas que le hicieron tanto daño. Pero no lo hará de la forma romántica en la que estamos pensando...no, todo comenzará de forma casual y pausada, se creará entre ellos una relación basada en el apoyo. Forjan una fuerte relación de amistad que acabará por desembocar en algo más físico, sin ataduras y sin compromiso. Y aunque el apoyo y la amistad es fundamental para crear una relación, la espiral física en la que se meten acaba por afectar a ambos. Luca no quiere pasar de esa fase, quiere seguir llevando su vida independiente, además teme volver a estropearlo todo. Y Daniela, aunque ella no lo crea, todavía no está preparada para comenzar una nueva historia.

Así es como comienza esta historia donde no hay una pareja de esas estupendas y perfectas que tanto aborrezco, ni sexo machista, ni una relación tóxica...no, en la bilogía de Daniela hay pequeños detalles, hay pasos que acercan y alejan a nuestros protagonistas, hay evolución, hay madurez...y todo junto, con sus cosas buenas y malas, hace que la relación entre ellos sea especial, pero también real y cercana.

"Nunca aceptes estar con alguien en cuyos ojos no te veas como la chica más bonita del mundo.
Y allí me vi, en sus ojos, como aquella chica"

Les veremos evolucionar, avanzar y viendo cómo se desarrolla su historia sabemos que no lo están haciendo bien y que, al final, todo acabará por explotarles en las manos. Y explota. Así que habrá ilusión y amor, pero también seremos protagonistas de su caída y sufrimiento. De esta forma, Neïra crea una historia de dos personas que nos emocionarán pero también nos enfadarán, porque no son perfectas. Se equivocarán porque hay momentos en los que se necesita tiempo para reencontrarse con uno mismo, saber quiénes somos y qué queremos.

En la Bilogía de Daniela su autora derrocha naturalidad a través de sus personajes, nos acerca a ellos, nos permite hacerlos un poco nuestros a través de su evolución, de sus miedos y dudas. Habrá mucho sentimiento y emoción, lo que no es fácil encontrar en una lectura. Así que yo solo puedo invitaros a sentir con Lucas y Daniela ese primer invierno que fueron.

"Me demuestra que una vez fuimos un invierno, pero que, si nosotros queremos, podemos ser mil inviernos más"

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, by Bajolapieldeunlector. Cris

anagrama

NADA SE OPONE A LA NOCHE, DELPHINE DE VIGAN

Después de encontrar a Lucile, su madre, muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una sagaz detective dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica de George, abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en super ocho, o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos, son los materiales de los que se nutre la memoria de los Poirier. Nos hallamos ante una espléndida, sobrecogedora crónica familiar en el París de los años cincuenta, sesenta y setenta, pero también ante una reflexión en el tiempo presente sobre la «verdad» de la escritura. En el transcurso del viaje de la cronista al pasado de su familia y a su propia infancia, irán aflorando los secretos más oscuros. Para la autora, escribir sobre su madre es cerrar heridas abiertas muchos años atrás, y recuperar la novela familiar es emprender un camino de catarsis y de superación del duelo, a la manera de Roland Barthes en sus escritos póstumos. Pero es también un ejercicio de alto riesgo, puesto que en el curso de esta investigación expone ante los miembros de su familia, como si ellos no fueran más que lectores anónimos en la multitud, su propio secreto más terrible.

Después de mi parón obligatorio, por falta de internet, vuelvo con algunas de las lecturas que he ido leyendo este tiempo.

Tenía esperando este libro desde enero, así que me animé a leerlo con la idea de que me ayudaría a pasar mi bloqueo lector. Pero no sé si fue ese mal momento para cogerlo o las altas expectativas lo que hicieron que tuviera sensaciones contrarias con su lectura.

OPINIÓN:

Tiene que ser sumamente doloroso repasar la vida de un ser querido cuando lo acabas de perder. No me quiero imaginar lo que supone enfrentarse a la muerte de una madre y exponerlo de la manera en la que Vigan lo hace, pues ella habla de la vida de su madre de forma totalmente transparente. Sin filtros, directa y sin rodeos. Y cuando conoces cómo fue la vida de Lucie, te das cuenta de que este libro es un acto de valentía enorme. Pero supongo que su autora trataba de dar sentido a lo que fue para ella la figura de su madre, a ordenar sus ideas y buscar las respuestas a su muerte.

El libro se va a dividir en tres partes que nos permiten acercarnos a la vida de la preciosa mujer que adorna su portada, de Lucie. Ésta se cría dentro de un familia numerosa, llena de vitalidad y niños rubios y perfectos. Rodeada de una madre que disfrutaba con la maternidad y de un padre generoso con los suyos y los de fuera, me imagino a Lucie viviendo en una casa llena de gritos, de desorden...pero también de vida e historias que contar. Una infancia marcada por la tragedia a la que su familia ya parecía ir acostumbrándose.

La segunda parte abarca el momento en que Lucie crea su propia familia, cómo ésta se tambalea en determinados momentos de su enfermedad mental y la forma en la que sus hijas lo vivieron. Para ellas lo que sentía su madre quedó siempre en la distancia, ella nunca les acercó a lo que vivió con su familia, al dolor que mantuvo oculto durante años. Ni siquiera cuando consiguió exponerlo y nadie pareció sorprenderse.

Lucie fue una madre que, en determinados momentos, llevó una vida desequilibrada marcada por su trastorno mental, lo que acostumbró a su autora, desde muy pequeña, a tener miedo a perderla.

"Lucie sabía que la observaba desde mis doce años, con ese aire de saberlo todo sin haber aprendido nada, esa forma de demostrar en silencio mi desaprobación. Lucie sabía que la juzgaba."

Lucie Poirier

Y ya su última parte se centra en la propia autora como adulta, como madre y el temor que siempre la persiguió por parecerse a su madre. Tenía pavor a estar marcada por el mismo gen que trastornó a Lucie, a sufrir y alejarse de sus hijos como le pasó a Lucie.

Todos estos trazos del pasado de su madre consigue plasmarlos en el papel a través de la cintas y casetes que los hermanos de su madre aún conservan, pero también de las anécdotas o sensaciones que ellos le cuentan. Nunca conoció los detalles a través de su ella, pues, como ya se intuía desde que era pequeña, Lucie siempre fue una mujer tranquila que no mostraba lo que sentía a pesar de los momentos tan duros que vivió.

Como comenté arriba, su lectura no me convenció del todo por la inestabilidad de las sensaciones que me transmitía. De Vigan se extiende, para mi gusto, demasiado en determinadas partes y sentía como lejana la historia que me contaba...como cuando estás escuchando una conversación en la que no conoces a los protagonistas de los que se habla. Era como si lo que escribiera para ella misma. Aunque estas partes se contraponen con otras absolutamente desgarradoras y emocionantes, con las que comprendes la inestabilidad de Lucie, pues nadie podría salir indemne de una vida así de dura.

"Nada se opone a la noche" es una historia escrita desde el interior de su autora. Delphine de Vigan nos desnuda a su madre, pero también lo hace ella mostrando sus miedos y preocupaciones sobre el final de su madre. Se nota que le resultó difícil escribir este libro, que fue un proceso complejo pero también necesario como forma de despedida y como homenaje a todo lo que Lucie no contó y merecía ser contado.