A través de sus miradas inocentes pero con la aguda intuición infantil, el lector se adentrará en el mundo de Sofía, la niña hiperactiva que más odiaba a la profesora. También conocerá a su madre, una doctora desesperada que vive solo para su hija. Sin embargo, lo que descubrirá en este camino quizás habría preferido no haberlo sabido nunca.
Es esta una novela que se acerca al género negro por su tinte crítico y de realismo social, pero también es una novela emotiva y una novela psicológica. Aunque, ante todo, Prométeme que serás delfín es una novela que te perturbará.
En uno de los sorteos que realizó Francisco en su blog "Un lector indiscreto", en colaboración con su autora, tuve la suerte de ganar este ejemplar así que gracias a ambos por permitirme conocer esta historia que os traigo hoy.
La historia arranca con el asesinato de Adela, una de las profesoras de primaria, su cuerpo ha sido encontrado por un grupo de niñas dentro de uno de los armarios de clase. Lo que genera un gran revuelo, no sólo entre los profesores sino también entre padres y alumnos. Sin embargo, que su cadáver se muestre con la boca y las muñecas atadas con celo hace que todos recuerden que ella misma utilizó ese método para callar e inmovilizar a una de sus alumnas, a Sofía.
Todos conocían su carácter frío, los métodos poco adecuados que utilizaba con los niños y la insensibilidad que mostraba a los padres que acudían a ella. Nunca se ganó el cariño de nadie, por lo que no es de extrañar que, a pesar del impacto inicial, no se trate de una muerte especialmente dolorosa. Aunque lo que sí que preocupa es ¿quién pudo ser?, ¿quién terminó para siempre con los métodos de Adela?
Este suceso está narrado a dos voces, por un lado la madre de Sofía que a través de sus propios pensamientos nos muestra la desesperación que implica tener una hija con TDAH y no saber cómo actuar ante ello. La forma en la que su hija determina toda su vida, su profesión y hasta su matrimonio. A través de su tono agónico, nos enseña lo duras que son las críticas que recibe desde el desconocimiento de los que no conviven con un problema así y el poco apoyo que le brindaron personas como Adela.
"Y,cuanto más se descontrola, más sabes que ella te está pidiendo a gritos que la socorras: solo te tiene a ti.
A ti.
Los demás ya la han abondonado. La han dado por perdida.
Pero tú ,jamás"
Pero también será nuestra narradora una de las amigas de Sofía, en dos tonos, por un lado desde la perspectiva de la niñez enseñándonos cómo vive un niño de once años un suceso así. De hecho, para el grupo de amigas de Sofía fue como un juego cuando decidieron investigar quién podría ser el asesino de su "profe", lo que le aporta frescura a la narración y nos muestra la inocencia de ese periodo infantil. Pero también, ésta narradora, nos dará su visión más actual de todo aquello, cómo lo ve desde la adultez y las conclusiones a las que ha llegado después de tantos años.
"Y yo me sigo sintiendo horrible, malísima, lo peor de lo peor porque no puedo dejar de pensar que, por fin, puede que tengamos suerte y envíen de una vez a alguien para sustituirla que no nos atormente con sus gritos ni con sus insultos..."
"Y,cuanto más se descontrola, más sabes que ella te está pidiendo a gritos que la socorras: solo te tiene a ti.
A ti.
Los demás ya la han abondonado. La han dado por perdida.
Pero tú ,jamás"
Pero también será nuestra narradora una de las amigas de Sofía, en dos tonos, por un lado desde la perspectiva de la niñez enseñándonos cómo vive un niño de once años un suceso así. De hecho, para el grupo de amigas de Sofía fue como un juego cuando decidieron investigar quién podría ser el asesino de su "profe", lo que le aporta frescura a la narración y nos muestra la inocencia de ese periodo infantil. Pero también, ésta narradora, nos dará su visión más actual de todo aquello, cómo lo ve desde la adultez y las conclusiones a las que ha llegado después de tantos años.
"Y yo me sigo sintiendo horrible, malísima, lo peor de lo peor porque no puedo dejar de pensar que, por fin, puede que tengamos suerte y envíen de una vez a alguien para sustituirla que no nos atormente con sus gritos ni con sus insultos..."
A través de la voz de María, la madre de Sofía, en "Prométeme que serás delfín" su autora hace una gran crítica al sistema educativo, haciendo especial hincapié en el funcionamiento deficitario provocado por los recortes; un sistema que no es capaz de adaptarse a niños que presentan necesidades especiales, como Sofía, relegándoles a un segundo plano; también a los maestros que hacen mal su trabajo y al impedimento de los que quieren hacerlo bien. Toda esta crítica social se mezclará con la trama del misterio de la muerte de la profesora así como con los siguientes sucesos, provocando que el lector vaya hipotetizando posibles responsables del asesinato mientras vamos conociendo cada uno de los personajes que van apareciendo.
Amelia Noguera utiliza una narración sentida consiguiendo así dar el tono perfecto a cada narrador, desde la desesperación de la madre, que nos hace dudar de su implicación en el caso, hasta la naturalidad y transparencia de la voz infantil. Creando así una historia intensa en emoción, que nos permite reflexionar sobre si realmente nuestro sistema educativo es el adecuado o, bien, estamos impidiendo que los más pequeños se conviertan en delfines.
Mi puntuación: 7,5/10
Cris
Cris