Un instante es suficiente para que dos vidas cambien para siempre.
Existen momentos únicos, casuales, irrepetibles. Momentos que dan un vuelco a nuestra vida, que nos transforman. Esta es la historia de uno de esos instantes en que los destinos de dos personas se cruzan y nada vuelve a ser igual.
La mañana en que Kyle entró en la habitación de su madre y la halló muerta, su vida dio un vuelco, perdió la inocencia y dejó de creer en la felicidad. Entonces era un niño de apenas cinco años, ahora, dos décadas después, se ha convertido en una popular estrella de rock. Aun así no puede olvidar, los recuerdos pesan demasiado, y ni tan siquiera la música, su gran pasión, consigue satisfacerlo plenamente. Coryn, casada por conveniencia familiar con un hombre rico, posesivo y violento, también se siente aprisionada en su propia vida. Madre de tres hijos, se ve incapaz de abandonar el infierno doméstico en el que el único credo es «me perteneces». Pero, en el instante preciso en que los destinos de Kyle y Coryn, dos almas solitarias, se cruzan de forma inesperada, sus vidas no volverán a ser las mismas.
Una conmovedora novela sobre el encuentro de dos almas gemelas, dos jóvenes que se sienten solos en el mundo y están destinados a conocerse, comprenderse y amarse.
Cuando vi que tenía opción de adquirir este libro en Edición Anticipada no estaba segura de si lo que iba a encontrar sería la típica historia llena de clichés, pero algo me hizo lanzarme y acerté porque ha sido una historia dura en determinados momentos, pero preciosa.
OPINIÓN
Con sólo cinco años Kyle descubre el cuerpo sin vida de su madre, se da cuenta de que algo no va bien cuando ve que ella no se mueve y que hay una mancha roja justo debajo de su melena. Así que a partir del momento en el que, con su inocencia infantil, llama a la policía y avisa de que su madre no parece dormida, su vida cambiará para siempre. Tras el duro suceso, se trasladará a vivir junto a su hermana mayor Jane y sólo le quedará el recuerdo de la voz de su madre, las notas de música que producían sus dedos al tocar el piano y sus juramentos para que siempre fuera un buen chico. Con esa edad no entiendes ese tipo de situaciones, necesitas madurar, tomar perspectiva para comprender por el horror que pasó la persona a la que más querías. Algo que no ha dejado de atormentar a Kyle.
Paralelamente conoceremos la historia de Coryn, una joven inglesa nacida dentro de una familia de clase baja. Como única niña de la familia Benton, deberá encargarse de la cocina y de sus diez hermanos. Pero cuando cumple dieciséis años su padre decide que es toda un mujer y está preparada para trabajar, así que acabará siendo camarera en un restaurante de uno de los amigos de su padre y allí se cruzará por primera vez con Jack. Un cliente que parece estar obnubilado con la belleza de la joven y que tratará de captar su atención. El padre de Coryn está dispuesto a casarla lo antes posible con un buen hombre, por eso ve en Jack a la persona perfecta para su hija. Elegante, apuesto y además dueño de una gran empresa. Sin embargo no será consciente de que conducirá a su joven hija a un matrimonio infernal.
Los años pasarán para nuestros protagonistas, Kyle se centrará en lo único que conserva después de la pérdida de su madre. El amor por la música, que su madre le enseño, y que será su guía y apoyo durante los momentos más duros de su vida. La pasión por la música le llevará a la fama y al éxito, junto a su grupo, en su país natal, EEUU, y en el resto del mundo. Mientras, Coryn será esclava de su matrimonio, dedicada exclusivamente a sus tres hijos y a su casa, toda su vida estará vetada y constreñida a las reglas que le impone su marido.
Sin embargo la vida siempre nos tiene preparado un destino, un camino que tomar en el momento exacto. Por eso Kyle y Coryn se cruzarán en la vida del otro en una situación clave en sus vidas. Un pequeño accidente será lo que provoque su primer encuentro, sus primeras miradas, la sensación de querer saber más del otro. Coryn lo vivirá con miedo, sintiéndose culpable de sus sensaciones; mientras que Kyle reconocerá en Coryn, en su manera de actuar, en las conductas de miedo que trata de ocultar, lo que ya vivió junto a su madre. Por eso ambos, a pesar de que se volverán a separar y de que miles de kilómetros les alejan, sentirán la necesidad de volver a encontrarse. Kyle quiere ayudarla, su intuición no le engaña y sabe que algo no marcha bien en la vida de Coryn, y ella ve en Kyle una liberación, de nuevo se siente viva.
La pregunta de si volverán o no a encontrarse es obvia durante toda su lectura, sufriremos porque sabemos que su reencuentro es muy complicado, pero ambos han sentido en el otro la fuerza y el aliciente que les faltaba en su vida, y eso les dará esperanza para continuar.
"El instante preciso en que los destinos se cruzan" no es la típica historia romántica. De hecho en la novela escasean las escenas románticas, no hay tanto amor explícito sino que lo que unirá a ambos protagonistas va mucho más allá. Es necesidad de sentir al otro, de tener algo que nunca han vivido. Por eso, será la vida de nuestros personajes la principal protagonista, sus caminos han sido duros y precisamente el motivo que tanto les ha hecho sufrir, será lo que más les una. El tema del maltrato está muy presente y creo que su autora lo trata de forma realista, coherente, sin regodearse, pero tampoco tapando lo que verdaderamente ocurre en estos casos. Siempre aderezándolo con momentos emotivos que nos prometen que todo mejorará.
El estilo tan personal de su autora, los protagonistas, el cómo se centra en los sentimientos y en un tema tan duro como es el maltrato, la esperanza que fluye a través de sus páginas y su intensidad emocional hasta ese final que ha creado la autora, es lo que me hace recomendarosla sin dudarlo.
Mi puntuación: 8,5/10