La vida de Enero parecía discurrir sin sorpresas por un camino marcado de antemano: estudios, trabajo, boda, hipoteca... hasta que todo se torció y acabó encerrado en un psiquiátrico durante cinco años. Desde entonces, la medicación le produce lagunas, y para contrarrestar mezcla los tranquilizantes con speed. Sobrevive siguiendo una rutina excéntrica cuya razón de ser ya no recuerda: los lunes viaja en tren al pueblo de su infancia, en donde ya no vive nadie, los martes visita a un anciano en una residencia, los miércoles dispara ratas con una catapulta a la piscina del chalé de su ex, los jueves va a clases de kárate, los viernes conduce un tractor por la ciudad en hora punta, los sábados participa en un programa de radio y los domingos se obliga a ser una planta y no hacer nada. Pero cuando se instala una okupa en el piso de enfrente y se obsesiona con ella, su precario equilibrio se va al traste.
OPINIÓN:
Todo lo que rodea a Enero parece peculiar, él mismo lo es. Al menos al principio cuando no entendemos nada de lo que hace y sus motivos para hacerlo. Estuvo cinco años ingresado en una clínica psiquiátrica por un intento de asesinato y actualmente sigue con un seguimiento del tratamiento que pronto llegará a su fin. Las pastillas le duermen, por eso las mezcla con speed. Eso le permite mantenerse despierto y seguir su rutina.
Está metido en la cuarentena, vive en un piso okupa, no trabaja y es insolvente, pero cada día lo dedica a una cosa en concreto, normalmente disparatada, pero que para él tiene un sentido. Todo sigue un ritmo y tiene un objetivo, desde su visita al pueblo los lunes hasta sus viajes en tractor en plena ciudad. Aunque pronto se acabará todo. Dejará su medicación y buscará reconducir su vida a algo mejor, algo con sentido, a pesar de que todo lo que le llevó a esta situación parece no tenerlo. Pero un día aparece ella, una chica joven que okupa el piso vecino y toda su rutina parece alterarse. Ella misma le altera, su olor, el mismo día que pisa las escaleras del edificio por primera vez Enero cambia.
"La escalera dejó de oler a escalera cuando os oí subir los peldaños. La primera vez que escuché tu voz me dieron ganas de aprender a cocinar. Cuando vi que subíais hasta mi piso, me emocioné tanto que fui a peinarme. Y a hacerme una raya."
Podría seguir hablando de la rutina de Enero, de algunos de sus motivos para hacer lo que hace, de cómo le afecta la llegada de ella, pero sería adelantarme a la sorpresa que produce ir conociendo a Enero sin saber lo que viene. Porque Enero no deja de ser una persona más a la que podremos juzgar sin conocer, y probablemente le juzguemos, pero su historia nos dará una bofetada haciéndonos reflexionar sobre el gran error que es criticar sin conocer. Sobre las miles de historias, de secretos y de intenciones de personas, que nosotros desconocemos, y sobre las que puede que hayamos hecho una valoración equivocada. Quizás sin mala intención, pero considerando cosas de las que apenas sabemos nada.
"Deberíamos tener una primera vida de prueba, para ir sin casco, follar sin condón, beber hasta el coma, suspender COU y dejar de pagar al banco. [...] Pero la vida es un instante, como si alguien te dejase fotos en las que sales."
Su autor nos acerca a Enero, nos permite conocerle poco a poco, sorprendiéndonos, con un estilo directo, sin artefactos, algo que no siempre me convence. Pero que en este caso me ha ganado por completo, me he creído lo que me contaba, he entendido a Enero y su forma de actuar a pesar de que le juzgué mal la primera vez. Me he reído con sus ocurrencias, sorprendido, reflexionado con su forma de ver la vida, he rectificado lo que pensaba y me he emocionado con su final, con su forma de hacer las cosas, con la dirección que toma.
"Eso es lo que he aprendido, que la vida es un viaje en tren, que cada estación es distinta, pero todas pasan; que nosotros también somos diferentes porque el viaje nos cambia, constantemente."
"Enero y tú desnuda" es una novela que parece un soplo de aire fresco, es ingeniosa y al mismo tiempo te zarandea haciéndote reflexionar. Enero engancha, quizás porque está en ese límite entre la locura y la sensatez, por su forma de ver la vida, pues él ya lo ha perdido todo y no tiene nada más que perder. Por eso su lectura coge tanto ritmo sin apenas darte cuenta, porque solo quieres saber más de sus personajes, de lo que esconden y del rumbo que sigue todo. Conoced a Enero y caed rendidos.
"La inocencia debería poder esnifarse"
"La escalera dejó de oler a escalera cuando os oí subir los peldaños. La primera vez que escuché tu voz me dieron ganas de aprender a cocinar. Cuando vi que subíais hasta mi piso, me emocioné tanto que fui a peinarme. Y a hacerme una raya."
Podría seguir hablando de la rutina de Enero, de algunos de sus motivos para hacer lo que hace, de cómo le afecta la llegada de ella, pero sería adelantarme a la sorpresa que produce ir conociendo a Enero sin saber lo que viene. Porque Enero no deja de ser una persona más a la que podremos juzgar sin conocer, y probablemente le juzguemos, pero su historia nos dará una bofetada haciéndonos reflexionar sobre el gran error que es criticar sin conocer. Sobre las miles de historias, de secretos y de intenciones de personas, que nosotros desconocemos, y sobre las que puede que hayamos hecho una valoración equivocada. Quizás sin mala intención, pero considerando cosas de las que apenas sabemos nada.
"Deberíamos tener una primera vida de prueba, para ir sin casco, follar sin condón, beber hasta el coma, suspender COU y dejar de pagar al banco. [...] Pero la vida es un instante, como si alguien te dejase fotos en las que sales."
Su autor nos acerca a Enero, nos permite conocerle poco a poco, sorprendiéndonos, con un estilo directo, sin artefactos, algo que no siempre me convence. Pero que en este caso me ha ganado por completo, me he creído lo que me contaba, he entendido a Enero y su forma de actuar a pesar de que le juzgué mal la primera vez. Me he reído con sus ocurrencias, sorprendido, reflexionado con su forma de ver la vida, he rectificado lo que pensaba y me he emocionado con su final, con su forma de hacer las cosas, con la dirección que toma.
"Eso es lo que he aprendido, que la vida es un viaje en tren, que cada estación es distinta, pero todas pasan; que nosotros también somos diferentes porque el viaje nos cambia, constantemente."
"Enero y tú desnuda" es una novela que parece un soplo de aire fresco, es ingeniosa y al mismo tiempo te zarandea haciéndote reflexionar. Enero engancha, quizás porque está en ese límite entre la locura y la sensatez, por su forma de ver la vida, pues él ya lo ha perdido todo y no tiene nada más que perder. Por eso su lectura coge tanto ritmo sin apenas darte cuenta, porque solo quieres saber más de sus personajes, de lo que esconden y del rumbo que sigue todo. Conoced a Enero y caed rendidos.
"La inocencia debería poder esnifarse"