La vida de Enero parecía discurrir sin sorpresas por un camino marcado de antemano: estudios, trabajo, boda, hipoteca... hasta que todo se torció y acabó encerrado en un psiquiátrico durante cinco años. Desde entonces, la medicación le produce lagunas, y para contrarrestar mezcla los tranquilizantes con speed. Sobrevive siguiendo una rutina excéntrica cuya razón de ser ya no recuerda: los lunes viaja en...