Cuando Robert y Eve cruzaron sus miradas en aquel refugio antiaéreo londinense, no podían imaginar que un lazo invisible uniría sus corazones para siempre en una de las historias pasionales más inolvidables. Londres, 4 de octubre de 1940. Un día más suenan las sirenas en la flemática ciudad de Londres. En los refugios habilitados, ciudadanos de toda condición y procedencia comparten unas horas de incertidumbre, a la espera de poder reanudar cuanto antes su actividad cotidiana. Para Eve Weitz y Robert McGregor, sin embargo, nada volverá a ser igual. Un lazo invisible unió sus corazones para siempre en los pasillos de la estación de metro de Leicester Square. Un lazo que ellos tratarán de romper, negando sus sentimientos, inmersos como están en una guerra cruel e incomprensible que los empujará a tomar decisiones equivocadas y pondrá en grave peligro sus vidas.

La historia se desarrollará durante 6 años, donde no sólo podremos ir viviendo cómo la amistad de Robert y Eve se va forjando tras varios sucesos en los que él tendrá que intervenir para salvarla de algún peligro, sino que también iremos evidenciando cómo su amistad se convierte poco a poco en amor. Sin embargo es un amor complicado, ya que Robert está cerrado a las ataduras, el es joven atractivo y libre, por él que todas las mujeres suspiran y así quiere continuar. Mientras que Eve, una joven periodista judía, no es la típica mujer que suspira por cualquier hombre, es luchadora, sabe lo que quiere y no se dejará embaucar por el piloto que se ha acostado con la mitad de las mujeres de Londres. Sus diferentes intereses, sumado a las dificultades de la guerra nos harán vivir una historia de amor enrevesada y difícil pero muy bonita donde la autora nos irá añadiendo a modo de contexto alguno de los sucesos más importantes de la época.

Tengo que decir que a pesar de que la historia me ha parecido muy bonita y he disfrutado con ella, me hubiera gustado que en ciertas partes del libro se extendieran un poco más y así poder saborear la historia de sus personajes un poco más. También me daba la sensación, sobre todo hacia el final, que se extendía cuando no había necesidad supongo que para terminar en un momento histórico concreto y en una situación de los personajes que le permitiera seguir con su segunda entrega.
A pesar de ese pequeño detalle que no me ha convencido del todo, es una historia de amor muy bonita, ligera e ideal para lecturas menos pesadas. Y que Claudia la haya ambientado en una época de guerra la confiere un aire romántico, por la dureza de las situaciones, que es inevitable que nos deje indiferentes y nos haga pensar lo difíciles que tuvieron que ser este tipo de historias de amor en su época real.
Mi puntuación 6,5/10
C.
